El impacto de las ideas de Charles Darwin (1809-1882) en las ideas y la cultura de occidente ha sido enorme, de hecho, a pesar de haber sido publicada en 1859 la polémica que levantó todavía no se ha concluido. El Origen de las especies ha creado un antes y un después en la concepción del hombre. Con Darwin nace la antropología científica: la investigación de los orígenes paleontológicos del hombre. Además para él las emociones ocupan un lugar central en el hombre ser orgánico y biológico, insertado en la biosfera del planeta junto a los demás seres vivos. Darwin se ocupa de ellas específicamente.
Para poder encajar dentro de las ideas de la evolución, las emociones, el ser psíquico del hombre, que son una de sus características específicas, junto a, especialmente, los mamíferos superiores, deben proporcionar una ventaja evolutiva para la supervivencia de la especie. Es decir, debido a que la respuesta conductual del hombre está mediada por las emociones, estas deben explicar la ventaja que proporcionan al hombre en su confrontación con las demás especies. Es decir la tesis a comprobar es que debido a que posee emociones, el hombre ha sido capaz de prosperar primero en el nicho ecológico del que procede y. segundo, también las emociones deberían proporcionar elementos para explicar su indudable éxito en relación con las demás especies del planeta.
La polémica está servida, aunque aquí no nos ocupamos de ella, sino solo la indicamos: su centro es que el hombre no necesita ningún otro tipo de explicaciones, aparte de la ciencia y específicamente la biología, (y con esto se alude especialmente a la religión y a todas las explicaciones espiritualistas, que sitúan el origen del hombre en un ser superior). Las ideas de Darwin resultan tan obvias hoy que es difícil darse cuenta del porqué de la polémica, y esta distancia nos lleva a comprender de que modo tan diferente se entendía al hombre: no se le podía incluir mentalmente en la selva, ni sometido a la ley de la selva, se consideraba que siempre había sido «superior», ya enteramente civilizado, de acuerdo a la época en la que se estaba, no se poseía una visión histórica y mucho menos evolutiva.
El marco en el que nos encontramos es el marco de la ciencia biológica y de sus exigencias de comprobación experimental de los datos que se obtengan. En la línea que se bifurca en Descartes (res extensa y res cogitans), nos encontramos en la res extensa. Se trata de explicar porque las emociones, la dotación psicológica del hombre, lo que le hace específico, ha sido beneficioso para la res extensa del hombre.
El evolucionismo plantea las siguientes ideas: Darwin supuso la necesidad de los seres vivos de competir para obtener suficiente alimento y condiciones para la reproducción que garantice la mayor supervivencia posible en el entorno. De aquí surgió el concepto darwinista de lucha por la vida, en que la victoria corresponde siempre a quien posea una ventaja respecto a los competidores. Estas ventajas distinguen sólo a algunos individuos y determinan la supervivencia de los más aptos y la selección natural. El resultado es un proceso continuo de mejora y adaptación, así como la aparición de especies nuevas.
Las emociones proporcionan una diferencia en el contexto de la evolución que se apoya en tres principios:
- Las emociones básicas están ligadas a hábitos que ajustan a la situación producida: el miedo paraliza de modo que el depredador no puede ver a la víctima, etc.
- Cada una de las emociones básicas constituye una síntesis bipolar con otra antitética: alegría y tristeza no se dan a la vez, sino que se oponen una a la otra.
- El «fenómeno» de la emoción surge de acciones directas del sistema nervioso, como saltar o moverse cuando se está excesivamente excitado.
Estos tres principios llevan a un enfoque científico de las emociones, que las considera de un modo transcultural y comprobable por experimentación: La psicología ha entrado en el mundo de la ciencia.
Resumiendo podríamos decir que las emociones para Darwin:
- Aumentan la capacidad de supervivencia del individuo.
- Preparan el organismo para la acción.
- Dan forma al comportamiento.
- Favorecen la interacción y la comunicación social.
El planteamiento de Darwin es seguido por Freud y por toda una línea de investigación en las emociones a lo largo de todo el siglo XX.