La importancia emocional de que las cosas tengan sentido

Reflexiones leyendo a Jean Grondin.

El conseguir que las cosas tengan sentido es de lo que más nos mueve, es decir pone en marcha nuestro sistema emocional y la activación de este es la fuente de toda motivación. La expectativa de que las cosas tengan sentido es un presupuesto siempre presente en nuestro actuar y en nuestro pensamiento. Nos cuentan algo y tiene que tener sentido para nosotros, si no lo tiene, aparecen las preguntas, los interrogantes, seguramente hasta que el relato, los hechos adquieran sentido. Construir el sentido de un acontecimiento es conseguir una explicación de los hechos acaecidos, es ordenar los datos, entenderlos. Una de las mayores desacreditaciones que podemos expresar a alguien con el que estamos hablando es decirle: «¡Eso no tiene sentido!», la expresión va a hacer o que la persona se detenga y reflexione y cambie o que insista en su explicación que para él sí que tiene sentido.

Desde otro punto de vista, cuando algo adquiere sentido para nosotros, esto hace que nuestra posición al respecto varíe. La fuerza de la comprensión es enorme. Entender algo significa precisamente que tenga sentido para nosotros. Nos sentimos bien cuando algo ha adquirido sentido.

Tener sentido significa tanto que algo tiene una dirección, una finalidad, como que tiene un significado, una compresión. Es decir dentro de tener sentido se engloba tanto una dimensión temporal: una dirección, una finalidad, como una de la situación, espacial en sentido figurado: los elementos de la situación encajan unos con otros. SE puede definir el sentido por tanto como dirección con significado.

Tengo una primera y fundamental conclusión: nuestro sistema racional-emocional funciona buscando el sentido, es realmente increíble lo central que es para su funcionamiento esta búsqueda de dirección y significado. Detectar el sentido de un acontecimiento, unos hechos, no es solo racional, es algo emocional y que proporciona una gran tranquilidad, todo lo opuesto a lo que sucede, fuerte sensación de malestar, cuando no se encuentra ese sentido, cuando las cosas no tienen significado para nosotros.

Además, encontrar sentido es algo personal, que cada persona hace. Puede ser comunicado a otras personas, pero para cada persona tendrá valor si el significado comunicado cobra sentido para ella, es decir, necesita por así decir una aprobación personal, una aprobación del propio sistema racional-emocional que es necesario dar expresamente en cada caso.

Quiero terminar la entrada con la conclusión de que la fuerza de la comprensión es enorme. La mejor herramienta para las relaciones humanas de todo tipo tanto de ámbitos personales como del trabajo. Conseguir que las cosas se comprendan es poner en marcha el más poderoso motor en el interior de las personas. Un motor que puede moverlo todo.