La revista Scientific american de septiembre 2014 incluye 2 elementos más de respuesta al que ya hemos analizado, la posición erguida. Esos 2 elementos son: la monogamia y la cooperación entre congéneres. En esta entrada trato la monogamia.
Necesita ser aclarado que la monogamia no es un absoluto, es decir entre los seres humanos se da una multiplicidad de comportamientos sexuales, que incluyen la poligamia, la multiplicidad de parejas, la homosexualidad, etc. Todos ellos naturales porque todos ellos se dan con continuidad a lo largo de todo el registro de comportamientos sexuales del ser humano que poseemos. El sexo en el ser humano es producto de la imaginación y por ello se dan todos los comportamientos que la imaginación puede crear. La monogamia es simplemente el comportamiento mayoritario. Esto también es lo que se desprende de modo persistente de los datos que poseemos en todas las épocas y culturas y para ser así debe tener razones poderosas.
La monogamia es el comportamiento que va ligado al desarrollo evolutivo de la larga época de cazadores-recolectores. La necesidad evidente de mantener unida a la pareja surge de la necesidad de sacar adelante a la cría durante muchos años. El homo sapiens tarda 12 años en llegar a la madurez, mucho más sin comparación que ninguna otra especie que conozcamos. El hecho de la liberación del estro o del periodo en la hembra del homo sapiens, hecho que posibilita que se puedan tener relaciones sexuales en todo momento y que dejen de estar ligadas a estaciones o momentos determinados es uno de los puntos clave de la evolución de la especie, tanto como la posición erguida en mi opinión, teniendo en cuenta además que ambos desarrollos se producen a la vez. Es decir, el incremento de tamaño y el desarrollo del cerebro, que es lo que produce los largos años de crianza de ser humano, tienen que ir ligados al cambio en la sexualidad que facilita la estabilidad de la pareja, es decir van ligados a la monogamia. Ambos cambios tienen que producirse de forma paralela para hacerse mutuamente posibles.
Sexo todo el año, por tanto, es uno de los elementos claves de la sexualidad humana y uno de los que posibilitan en nuestra especie la monogamia. Este hecho produce el fuerte vínculo que se da en una pareja que necesita estar junta pero que pasa largas temporadas separada durante la época de cazadores-recolectores, precisamente por la larga duración de las cacerías. La hembra para conseguir que el macho vuelva con ella y para conseguir asegurar el decisivo aporte calórico y alimenticio de la carne, “crea” el fuerte vínculo de la atracción sexual constante.
Pero no solo es a nivel sexual, el nivel emocional y afectivo también el ser humano desarrolla todo un conjunto de emociones y sentimientos que ligan a la pareja. Podríamos clasificar esos (1) sentimientos de afiliación, cuyos elementos más característicos en relación a la pareja son los sentimientos de amor y compasión, (2) Sentimientos de soledad, que incluyen una serie de elementos de atracción en relación al deseo de tener pareja, que giran alrededor de amor-deseo, sensible a los valores macho-hembra. Estos valores se refieren a belleza, fertilidad, castidad, estatus social, carácter, etc. También se generan sentimientos de protección frente a posibles competidores, como son los celos y el enfado que envía señales de amenaza. (3) Sentimientos de sumisión y jerarquía. Un fuerte entramado de emociones y sentimientos que liga la pareja y que se encuentra en la base de la organización social del ser humano.
Provisto de una fuerte atracción y de esta amplia batería de evaluaciones emocionales de la situación y de los demás individuos del homo sapiens, el individuo humano se comporta de un modo que valora las relaciones y de un modo muy especial la relación de pareja y se encuentra dotado de las emociones y sentimientos que le permiten establecer relaciones de larga duración.
De este modo la monogamia es un comportamiento clave en el ser humano. Aunque insisto que no único, ya que la complejidad de sistema de atracción instintivo-emocional permite muchas soluciones alternativas, que tienen un registro más minoritario en los grandes números, aunque aparecen de forma persistente e incluso de un modo estadístico consistente.