Desde la filosofía realista aristotélica, el adorno responde a la idea de no ser algo sustancial, sino accidental. Sin embargo este modo de enfocarlo ha hecho mucho daño al adorno y con él al entorno humano, pues parece que, al ser algo accidental, se puede prescindir de él, algo que es falso, pues el adorno es la dimensión humana y humanizante de los objetos. El adorno no es en absoluto accidental.
Un adorno es todo lo que hace más bello algo, también la música que acompaña una cena o una poesía que acompaña un regalo. La fiesta tiene relación con el adorno: la fiesta es un adorno del tiempo, algo extraordinario que realza lo ordinario, que da sentido y belleza al transcurrir del tiempo. Y los tiempos determinados se señalan con adornos determinados: la Navidad esta señalada por los adornos; para que sea Navidad es necesario adornarlo todo de un modo característico, sin los adornos específicos de la Navidad, esta no sería lo que es.
El adorno es además un lenguaje. Hemos visto que es algo que atrae, que fija la atención, por eso precisamente es algo que hace comprensibles las cosas. El adorno dice: mira esto, no lo pases por alto, es bonito; y por eso incluye este mensaje: es agradable, merece la pena estar aquí, lo que en su fondo más profundo dice: es bello vivir, la vida merece la pena ser vivida. Por esto el adorno tiene que ver con la alegría de la vida. Una persona depresiva con dificultad adorna y con dificultad repara en los adornos: no les ve el sentido, porque no le ve el sentido a la vida, tiene el horizonte nublado.
La alegría de vivir esta ligada a la esperanza, a ver un futuro y por eso esta ligada al amor. El amor exclama: es bello que existas y por eso es bello vivir, mi vida recobra, adquiere sentido. Para el amor todo es bello, no solo la persona amada, sino todo: el mundo adquiere color alrededor del amor. Hace poco una persona me dijo que el enamoramiento es una película en blanco y negro que tiene un círculo de color donde se ve a los dos enamorados. El matiz es que es así como es visto desde fuera: desde fuera del amor todo está en blanco y negro y vemos a los enamorados como fuera del mundo, en un mundo de color propio. Desde los enamorados, desde su círculo de color, todo se colorea. Los enamorados viven así descubriendo bellezas, no solo de las cosas, sino de la vida misma. Sin al menos un poco de amor es imposible adornar nada.