Película que te va a gustar por hallarse fuera de los canales comerciales de Hollywood y con un guion auténticamente interesante, aunque algo complejo, con conversaciones y personajes realistas. Ese guion más la dirección y montaje son de Kenneth Lonergan. Cuenta además con conocidos artistas, comenzando por la protagonista Anna Paquin, a quien acompañan Matt Damon, Mark Ruffalo, Jean Reno y Olivia Thirlby entre otros.
Como dato curioso, para que no te coma la intriga, el nombre de la película no se corresponde con el de la protagonista, Lisa, sino con un poema de Gerard Manley Hopkins, Primavera y Otoño sobre el fin de la inocencia, que termina con: «Por ti, Margaret, son las lágrimas».
La trama parte de un nudo sangriento cuando una adolescente, Lisa, buscando un sombrero tejano, le pregunta desde la acera al conductor de un autobús en marcha, que lleva uno puesto, dónde lo ha conseguido. Con la distracción originada, el autobús atropella a una mujer que acaba muriendo desangrada en los brazos de Lisa, mientras esta trata de ayudarla.
En un primer momento Lisa declara en favor del conductor que el semáforo estaba en verde para el autobús, algo que no es cierto. Después su vida se complica mucho debido a su, le llamaré, enfado crónico: se va enfrentando y teniendo altercados con todo el mundo. No te aclaro más la trama por no estropearte la película.
La primera lectura posible de la película es sobre la adolescencia y su maduración final. Lisa habla y se expresa soberbiamente, como una heroína de Shakespeare, como persona que sabe bien lo que quiere, pero como la seguimos en sus diversas vicisitudes vemos bien que da bandazos, mientras que en otros momentos deja blanco sobre negro las incoherencias de los “adultos”, es realmente aguda en esto.
Cuando ya estaba con la idea de escribir esta entrada, he visto la trama explicada desde el punto de vista de la “sobrecarga moral” que se produce en la vida de Lisa (Paco Traver), su blog lo leo con asiduidad. Evidentemente es una trama que permite varias lecturas y la moral es una de las posibles, pero a mi entender se comprende mucho mejor desde la lectura de las emociones. Eso es lo que voy a tratar de explicarte.
Mi opinión es que el sentimiento de culpa es lo determinante. La culpa es un sentimiento secundario, un enfado, que tapa un sentimiento primario, en este caso, vergüenza.
Lisa siente una vergüenza horrorosa por su comportamiento alocado que ha terminado con la muerte de una mujer, tema de fondo del que no habla. La vergüenza es una emoción relacionada con la propia identidad, con la imagen que tenemos de nosotros mismos. La imagen con la que Lisa se ve es tan horrorosa, tan inadecuada a lo que piensa que es ella, que queda tapada por otro sentimiento: el enfado, la ira que siente, que en realidad es contra sí misma, pero que proyecta contra toda persona que se cruza en su vida.
Son víctimas de su ira en primer lugar su madre, después un chico al que ella le gusta, los compañeros del Instituto, su padre, aunque al principio están en buenas relaciones, la amiga íntima de la fallecida… suma y sigue. Especialmente la ira se dirige contra el conductor del autobús, buscando que pague por su atropello. Primero intenta lo penal y luego desde el derecho civil. No se contenta con una fuerte indemnización, quiere que le echen del trabajo, que no pueda seguir siendo conductor.
Es una ira que todo lo arroya, que se puede entender como ira moral que busca hacer justicia, pero que a mi entender no es tan moral, sino que busca “tapar”, sepultar el hecho cometido. Aunque a mi entender la responsabilidad principal es del conductor, la acción de Lisa no es inocua, sino necesaria para el accidente: si ella no distrae al conductor, el atropello no se produce. «Yo la he matado», «yo la he matado», grita en una escena de la película, aunque curiosamente para acallar ese grito debe pagar el conductor: culpa en estado puro. Si el conductor no paga con la pérdida de su trabajo, ella no se queda tranquila. Esta búsqueda de que otro pague, desde su prisma, es cuanto menos sospechosa.
Es por eso que pienso que la película se entiende mejor desde la culpa, como sentimiento, que desde la moral. La culpa es un mal sentimiento, como todo sentimiento secundario, porque nos desvía de nuestra necesidad central y nos orienta hacia necesidades espurias, que no pueden apagar la llama que se ha encendido. De ahí la necesidad de “justicia” de que se pague por lo sucedido, la sucesión de encontronazos con todas las personas… nada le proporciona lo que verdaderamente necesita.
Es necesario ver la película, pero me gustaría conocer tu opinión sobre la moral y la culpa: ¿cuál te parece de más peso? Lisa ¿tiene una actitud moral o sencillamente le pesa demasiado la culpa?
Me parece interesante la película. Pero, yo no me enfocaría tanto en la culpa, que como se ha dicho es una emoción secundaria, sino más bien en la vergüenza; ella lo que hace es repeler algo fundamental en la vida de la persona, la responsabilidad. No es culpa lo que ella siente sino vergüenza, pues debe aceptar la responsabilidad y no dejar que le echen la «culpa» al conductor.
Gracias por compartir esta película. La voy a ver para sacar más temas a tratar con mis alumnos. Yo enseño Formación Cívica, pero ella pasa por reconocer la persona humana como centro de toda reflexión. Evidentemente, reconocer todos sus componentes. Muchas gracias.
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Efectivamente, Oscar, la verguenza es la emoción primaria, la que dice la necesidad de la chica. Pero para llegar a ella, para que pueda reconocer su verguenza, hay que pasar por la culpa que la está tapando. Ese es el problema con la culpa: tapa el fondo real.
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