The Road (La carretera): el mundo sin futuro

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Esta película estrenada en 2009, ha sido dirigida por John Hillcoat y escrita por Joe Penhall, basándose en la novela homónima de Cormac McCarthy. Los actores principales y casi únicos son Viggo Mortensen y Kodi Smit-McPhee, interpretando a un padre y a su hijo.

Creo que es difícil retratar una situación con menos esperanza y futuro que el de esta película. La acción transcurre en una carretera de pueblos abandonados y paisajes grises. No hay color, no hay cielo, solo nubes de tormenta, no hay plantas solo cadáveres de árboles sin hojas a los que, en una de las escena, derriba el viento por lo secos que están. Hay un frío que se va incrementando. No hay animales, no hay comida. Hay agua, un agua gris y sucia, hasta el océano que es la meta de la carretera ha perdido su color azul transformado en el gris-marrón de todo en la cinta. En un momento de la cinta me he angustiado al darme cuenta de que ya no hay producción de oxígeno y que la viabilidad de la atmosfera para la vida tiene los días contados.

Por no haber no hay ni respuestas, ni siquiera sabemos porque el mundo se ha transformado en un erial de polvo. Quedan solo unos cuantos seres humanos, aislados, sucios, algunos transformados en caníbales que para sobrevivir se comen a sus semejantes cazándolos como conejos.

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Hay una escena que se produce en el interior de una decrépita y medio derrumbada iglesia donde se han parado a dormir, La centralidad de una cruz donde entra luz en contrasta con ser un lugar como cualquier otro, que se ha escogido por el pequeño cobijo que proporciona para la noche, subraya la completa desesperanza. La religión es una ruina como cualquier otra.

Mi pregunta es ¿de dónde procede una visión tan negativa del futuro? Hay todo un género, que se denomina apocalíptico, de ciencia ficción que imagina futuros negros y oscuros para la humanidad y el desgraciado planeta que habita. Es una visión de Occidente, especialmente de los Estados Unidos, es una desconfianza total en el hombre y en su acción en la tierra. No hay futuro, es una eliminación de la esperanza.

En un escenario así las relaciones humanas se derrumban, se hace real la afirmación de Hobbes: «el hombre es un lobo para el hombre». La superviviencia, el primer nivel de las necesidades de Maslow, las necesidades básicas, especialmente comer, prevalece sobre todo lo demás, el hambre es uno de los protagonistas. El otro ya no es persona, es enemigo y es alimento.

Solo queda un punto de luz en la película: la relación padre-hijo, impregnada de ternura y que es lo que hace al padre seguir adelante. Para padre e hijo queda como único motor de la vida, para lo demás está solo la supervivencia reducida a necesidades básicas y la animalización consiguiente.

Con respecto a los demás el padre funciona dentro del miedo que genera desconfianza de todos, mientras que el hijo experimenta además el sentimiento que nos hace humanos: la compasión. A través de descubrir y subvenir a las necesidades humanas nos convertimos en humanos, descubrimos la humanidad. Herbert Marcuse, le dijo a su amigo Habermas, en la sala de cuidados intensivos, dos días antes de su muerte: «¿ves?; ahora se en que se fundan nuestros juicios valorativos más elementales: en la compasión, en nuestro sentimiento por el dolor de los otros». Por eso el hijo siempre se interroga si las pocas personas que encuentran, un viejo, un hombre maduro que les roba, son buenos o malos, si hay fuego en su corazón, en realidad si están vivos como seres humanos.

Sin embargo el tema central es el planeta convertido en polvo. ¿Puede ir hacia algún sitio una civilización sin esperanza, sin futuro? El ser humano necesita una meta, necesita un objetivo para vivir. Eso sucede al padre y al hijo de la película, no en vano se llama «la carretera», quieren ir a un sitio mejor, por eso están vivos. La madre por el contrario se ha suicidado en el mundo sin futuro. El padre va a morir en el camino, ha tenido un motivo para caminar: su hijo.

Este es el futuro que ve Occidente: no hay futuro, la civilización no tiene soporte o mejor ha reducido a polvo su soporte, el planeta se acaba, solo queda caminar, caminar…

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Durante toda la película yo me preguntaba por el final de ese caminar sin cambio en el paisaje, sin color, con frío, con hambre,… si nos dejará un rayo de esperanza. El final es sorprendente, el padre muere y el hijo encuentra una familia, padre, madre y dos hijos, que camina también por la costa, y que le invita a ir con ellos. Con esta mínima brizna de esperanza se termina.

Te invito a verla, eso sí, en un momento en que te sientas positivo y que después me des tu opinión: ¿tú también ves ese futuro? ¿Cómo lo imaginas? ¿Hacia dónde va la humanidad? ¿Es solo occidente? ¿Vendrá La esperanza de las otras culturas? ¿La civilización occidental ha reducido a polvo su base? ¿Ha destrozado la vida sobre la tierra?

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