De los instintos o deseos, del nivel biológico del que estamos hablando desde hace algunas entradas, sacamos dos ideas importantes:
Primera idea. Todo el sistema tendencial instintivo está integrado en el mundo humano, el hombre lo recrea, es decir no comemos solo por hambre, sino por muchos otros motivos: podemos comer sin hambre y beber sin sed, podemos matar a un semejante solo por placer de matar. Los instintos como pauta de comportamiento fija, automática, inevitable, donde la voluntad no entra, no existen como tal en el hombre han sido modificados por el mundo humano.
Esto significa una integración del nivel biológico en el psíquico y en el racional, de modo que forman una unidad en la que es difícil distinguirlos. Sin embargo el nivel biológico está siempre presente y su presencia es más fuerte de lo que habitualmente admitimos.
Segunda idea. La inespecificidad (plasticidad), que provoca que nos veamos obligados a definirnos. No salimos tan definidos como las demás especies animales. Un perro es siempre perro, hemos dicho, y una rosa es siempre una rosa. Un hombre cuando nace puede ser muchas cosas, es muy plástico. Tenemos muchas posibilidades de definirnos, muchas las “obliga” el ambiente, físico o social, en que nos encontramos, otras dependen de nosotros. Podemos definir hasta como queremos el cuerpo. Simplemente ver la facilidad de los niños, en comparación con los ancianos, con el ordenador, el ambiente en el que han nacido, explica este punto. Esta característica Savater la llama: «Nootenia, que significa pues “plasticidad o disponibilidad juvenil” (los pedagogos hablan de educabilidad)».
Y puede durar hasta la vejez, de modo que ser humano es ser educable, tener capacidad de aprender. Y evidentemente no se limita a la edad anagráfica, es la edad personal. A nivel emocional lo marca la capacidad de asombro, de sorpresa, de estar abierto a la novedad. Esto implica estar abierto tanto a lo bueno como a lo malo. Esta es la grandeza de mantener viva la capacidad de sorprenderse, de abrirse a lo nuevo.
Pero como vemos ya estamos hablando del nivel psíquico, el nivel biológico se ha integrado en lo psíquico y ambos en lo racional, formando esa unidad que llamamos hombre/mujer, persona.
Ser persona por tanto es integración de los tres niveles, coherencia, y también capacidad de adaptación, plasticidad. Ser persona es necesidad de definirse. El hombre no nace definido y debe hacerlo con su vida.